Una fractura es la ruptura total o parcial de un hueso, causada por traumatismos, estrés repetitivo o enfermedades que debilitan el tejido óseo, como la osteoporosis. Puede afectar cualquier hueso del cuerpo y su gravedad varía desde fisuras leves hasta fracturas complejas con desplazamiento.

Síntomas de una fractura

- Dolor intenso y repentino en la zona afectada

- Hinchazón e inflamación

- Deformidad o posición anormal del hueso

- Dificultad o imposibilidad de mover la zona afectada

- Moretones y sensibilidad al tacto

Tipos de fracturas más comunes

- Fractura cerrada: El hueso se rompe, pero la piel permanece intacta

- Fractura abierta: El hueso atraviesa la piel, aumentando el riesgo de infección

- Fractura por estrés: Pequeñas fisuras causadas por uso excesivo o impactos repetitivos

- Fractura conminuta: El hueso se rompe en múltiples fragmentos

- Fractura en tallo verde: Común en niños, donde el hueso se dobla, pero no se rompe por completo

Tratamiento y recuperación

El tratamiento de una fractura depende de su gravedad y ubicación. Un especialista en fisioterapia y rehabilitación puede ayudarte a recuperar movilidad y fuerza tras la inmovilización.

- Inmovilización: Uso de férulas, yeso o dispositivos ortopédicos

- Reducción ósea: Recolocación del hueso en su posición correcta

- Cirugía: En fracturas graves, pueden ser necesarios tornillos, placas o clavos

- Rehabilitación: Ejercicios para recuperar movilidad, fuerza y evitar rigidez

Prevención de fracturas

- Mantener una alimentación rica en calcio y vitamina D para fortalecer los huesos

- Realizar ejercicio regularmente para mejorar la densidad ósea

- Evitar caídas con calzado adecuado y precaución en superficies resbaladizas

Si has sufrido una fractura, consulta con un especialista en rehabilitación para una recuperación efectiva y segura.